viernes, 21 de mayo de 2010

Una carta- Cuentos de Lila, XVII



a Carola, a Verónika, a Ce (tan parecidas a Lila)

Sola en la mañana, sentada en su cocina silenciosa, que esta vez huele a manzanas, Lila lee: "Y se levanta ahora, tenaz, como un sol, en el sol, otra vez, el recuerdo..." ... y mientras lee, su pensamiento detiene la lectura y camina. Sube las escaleras del correo, escaleras del día anterior, cálido y luminoso para este mayo del sur que comienza, atraviesa el edificio, deja en el mostrador el sobre grande, marrón, (como los pájaros de papel de Omán, pensó su pensamiento), casi sin hablar, con apenas una sonrisa; guarda en su bolso la tarjeta de envío y rehace el camino. 
Lila y su pensamiento ven, descendiendo la escalera, el mar. Al otro lado llegará el sobrepájaro llevando las mismas palabras que en esta mañana Lila lee..."Y se levanta ahora, tenaz, como un sol, en el sol, otra vez, el recuerdo..."
Una mujer espera en ese otro lado, caminando su reflejo en las vidrieras, las manos en los bolsillos.
Lila cruza la avenida y se pierde entre la gente. Lo único que permanece de ella es el aleteo del pañuelo azulturquesa que le besa el cuello.
Lila cierra el libro que lee en la mañana creciente. Mira la luz verde a través de la ventana y prepara el mate, esta vez con hojas de menta.


frase que Lila lee: Juan José Saer, La Mayor
foto* Tatjana Adizes, Fun