miércoles, 25 de diciembre de 2013

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construiré de mar mi ausencia,
de lunas tibias que traen
el olor de la lluvia.
mi ausencia será azul y
ondulará como un ángel
y yo
seré la línea
que me separa de mí.


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martes, 26 de noviembre de 2013

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muriéndome de oscuridad,
sobrevivo.
resistiendo en la luz
habito
los suburbios más profundos
de mi memoria.



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martes, 22 de octubre de 2013

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cómo escribir un poema
sin que duela, sin que
la palabra sea cosmos quebrado por 
espejos de barro, umbral azul
del exilio, criatura casual 
en la mitad de la guerra.
cómo poner amapolas 
en el asco más oscuro de ese río
que detiene el fluir de la noche.
cómo hablar de mar, sol, luz,
después de haber palpado carne
en un armario, después de 
que nos hayan crecido frondosos
renacuajos en las manos.
ojalá podamos
ojalá se encauce la memoria*

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(30-8-13)

lunes, 26 de agosto de 2013

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sostengo en el tiempo la escritura
de lo que brota, 
que sube implacable como un rumor 
de río en crecida,
como una tormenta que se anuncia
en la tarde,
detengo la escritura  de lo que dibuja mapas
horadando las piedras y mi casa que ya no es.
emoción profunda
grito, aullido, duelo.
libero la palabra.
soy escrita*



viernes, 9 de agosto de 2013

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en plena mañana
cerraste los postigos de
mi casa (la mía, no la tuya, no la nuestra)
y me deslumbraron la oscuridad y
la sorpresa (breve latido de mar abierto en mi pecho)
y tu mano fue el último reducto 
de la vida y de mi infancia, 
de mi pasado y de tu risa,
de mi grito 
de mi llanto
de todo el dolor en un recuerdo.

(ya sé para qué vine,
para caminar entre fantasmas)

en un sueño queda tu casa
(la nuestra)
convertida en útero de la maleza que
la parirá muerta.


no puedo salir del sueño
no puedo.
ojalá tu mano
sea un gran pájaro blanco*


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domingo, 30 de junio de 2013

manuscrito de otro tiempo (cuentos de Lila, XXXII)




Cerré la puerta el día siguiente de la vuelta de Julio. La cerré y entré yo en el polvo del camino. Lo había esperado mucho tiempo, es cierto, pero entonces él llegó con esas flores que salvó de las hormigas y yo...

Cerré la casa y sus signos; de la que fui sólo tengo el nombre. Es lo que soy. Un nombre. 
Me han nacido otros aromas, el de las manzanas horneadas y tibias, el del tabaco de Damasco y el de las hojas de cierto libro.
Anduve por días en el camino polvoriento atravesándome en sucesivos espejos, hasta encontrar el agua, hasta llegar a este clima más frío. Aquí podré hacer pájaros de papel a la luz del fuego, con las cartas que Julio me escribía. Aquí el olor de los jazmines me dolerá en el cuerpo, hasta que el deseo de ellos sea implacable, hasta que sea tatuaje.
Traje conmigo, además de mi nombre, una caja antigua, con su tapa de raso pintado de flores de cerezo celestes y lavandas, donde guardaré los versos que tal vez nunca escriba (será que alguna vez escribí versos?).
En el bolso bandolera guardé mi prisión y mi exilio. Lentamente voy redibujando mi mapa, con los registros verdes de quien se espera.
Y al fin aquí, desde la otredad de mí misma, encuentro las palabras que escribo. Tienen el peso de una granada madura, el tacto preciso para que mi mano pueda sangrar el curso de este río que algún día acabaré de contar.


Me acerco a la ventana y miro más allá de las casuarinas. Imagino cómo la maleza va seduciendo a aquella otra casa a la que no volveré.

Algunas veces me pregunto qué habrá sido de Julio, de su ajedrez de cristal y de su azul de poesía.

Lila, marzo 2066*


domingo, 2 de junio de 2013

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subí los escalones 
y entré a la casa.
recorro el pasillo
y me enfrento al
recuerdo de un espejo.
ya no somos ni él ni yo.
también son un 
recuerdo los jazmines,
puedo olerlos muy a la distancia, 
en un rincón de mi memoria.
oigo lejanas, muy lejanas
las voces que
alguna vez fueron familiares.
no sé por qué vine.
si a caminar entre sueños o entre fantasmas.




domingo, 19 de mayo de 2013

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la poesía se escribe para ser
leída en voz alta (o en silencio,
pero moviendo los labios)
para llevar en el bolsillo del abrigo
para que nos acaricie de sol y de lluvia
para que nos salve del tedio
para iluminar el laberinto
para reencontrar el camino
para la lucha
para el amor,
para el asombro
de la vida y de la muerte.



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lunes, 13 de mayo de 2013

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"...pero cada uno tiene derecho a  tratar 
a sus propios sueños como mejor le parezca."

Antonio Tabucchi
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anoche soñé con mi padre.
nos escapábamos del hospital
para que fuera a su casa a
tomar el café con leche
que tanto quería.
en el camino de vuelta
nos perdimos, nos desencontramos
(el hospital de mi sueño estaba en medio de un árido campo)
no quiero análisis de 
mi sueño, sólo hacerlo palabra.
sólo seguir contando que, 
en mi sueño, me subía a una Van equivocada, en la que 
viajaban algunos presidentes (qué cosas tienen los sueños!...)
por fin llegaba otra vez al hospital, acompañada 
por una mujer joven con la que no
nos veíamos las caras (recuerden
que los freudianos deben abstenerse).
recibía entonces un sms de mi
hermano que decía: 3º piso.
subí y nos reencontramos,
mi padre se había puesto su
camisa de cuadros, aquella de
tantos años, para volver a morir feliz,
nos dijo.
y yo entonces escribo el sueño
en un mediodía de mayo
nublado y fresco; lo hago
palabra para que no duela.
suena una música desde
una casa vecina, yo cocinaré
una tortilla y cortaré unos tomates.
e intentaré disfrutar de mi
única tarde libre con el sueño así,
hecho palabra.


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martes, 16 de abril de 2013

azul de agua




trabajo conjunto con Liliana Lucki, de finales de enero de 2013

construyó de agua su casa
y la pintó de azul,
del lúdico azul que
habita entre peces y océanos.
trazó unos dibujos amarillos en 
el piso para recordar, cuando
la llamase la nostalgia, las
flores del campo.
aceptó sus naufragios y
se volvió acuática
(en tierra quedaron las máscaras
derrumbadas entre cristales)
y baila*





lunes, 25 de marzo de 2013

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es extraño el canto de los pájaros esta tarde de verano
está en el aire la tormenta y el canto parece sostener los árboles ante la llegada del viento.
algo estalla en el cuarto, caluroso a pesar de la oscuridad de sus postigos cerrados
un destello, una helada súbita, una conmoción, tal vez un secreto
o el secreto de una espera
de qué versos debí ocultarme?
ante la ferocidad de qué versos debí correr hacia el bosque y agazaparme como un lobo entre las sombras?
cuáles fueron las palabras que volvieron de esmeril a las palabras y que robaron su sonido de campana, su música de agua, su caricia de látigo?

soy un árbol resistiendo la tormenta
déjenme sola
hoy no haré más preguntas
hoy seré silencio


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(inicié este texto el 28-1-13, y lo terminé hoy, a seis días de la muerte de  mi padre)

sábado, 2 de marzo de 2013

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me queda el recuerdo del agua
lo efímero de lo efímero
(una mañana feliz de verano, en el mar).
caminar de cara al sol buscando en
la orilla de los versos


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martes, 12 de febrero de 2013

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el recuerdo que trepa por la hiedra
atraviesa la ventana, ilumina el cuarto
me enmudece
me habla
me llama.
serena mi memoria de los días indecibles,
del secreto tal vez irrelevante,
de la voracidad de tu nombre.
alguna vez la hiedra
se mezcló con los jazmines
en el curso del verano.
alguna vez anduve
por caminos serenos de agua*



domingo, 27 de enero de 2013

la mariposa



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Tuve que dejar de leer para correr a cerrar las ventanas, antes de que la tempestad invadiera mi casa. Cuando quise volver al libro, una mariposa me atravesó y se instaló, entre mi pecho y mi garganta, y su aleteo aniquila mi concentración, cada vez que la necesito.
Hoy, tantos días después, el aleteo es una caricia extraña, que me llueve o me deslumbra.
Sólo me queda el recurso de las palabras para hacerle saber  que ya puede irse, que no soy ni su nido, ni su prisión. Que soy ventana, o camino. Pero no me entiende. Sólo juega conmigo. Es tan larga la niñez de las mariposas?

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domingo, 20 de enero de 2013

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ya no escribe.
ahora lee buscándose en historias.
por algún motivo que desconoce
ató las palabras con
implacables sogas de seda.
tampoco se cuestiona ya
las causas del nudo.
la veo leer en la arena.
la playa es ella allí, leyendo,
sentada sobre un gran pañuelo azul
con el dibujo de un mandala.