sábado, 31 de octubre de 2009

Moire




miro
mis
ojos*
en
los
tuyos*
como miro los
míos*
en
otros
y los
tuyos*
en
más*


foto* Fede Rodríguez


domingo, 25 de octubre de 2009

Lila, en la mirada de los otros* cap.XI (final)



Cuando la madrugada despertó en mi ventana y entró a mi cuarto desparramando hojas y enroscando vientos, salí del rincón en el que había pasado la noche. No estaba ya sordo, ni ciego, ni mudo. Pero no importaba. Estaba vacío de mí.
Salí, no sé por qué, y caminé por las calles que llevaban al mar. En una esquina me adelantó una mujer. Iba arropada, caminaba rápido, por sobre el cuello de su abrigo asomaba una chispa de pañuelo azul turquesa.
Llegando al centro se perdió entre la gente, yo seguí avanzando sobre adoquines brillantes de sal, buscando el camino del mar.
Llegué a una esquina y allí estaba, detenida.




Giró sobre sus pies y me vio. Su pelo revoloteó y acarició su cara salpicada de miel. Me miró. Por primera vez Lila me miró. Sus ojos dieron en mis ojos.
Y me sonrió.


foto*Berenika

martes, 20 de octubre de 2009

Lila, en la mirada de los otros* cap.X



Esa noche no dormí. Primero, rondé la casa, bajo la llovizna. Luego, entre los pastos altos y húmedos de mi jardín, avancé hacia el agujero en la pared. Sólo fueron oscuridad y silencio. Entré a mi casa, los oídos al acecho, el pecho aleteante, los ojos ciegos me impidieron ver las mariposas que salieron de mi boca y volaron por la habitación. Encerrado en mi cuarto, sólo pensando en ella, ahora sordo, ciego, mudo, no sentí el aroma de vainilla y de limón que traspasó las paredes azules, no sentí el roce de los malvas y lavandas volando en la noche fría y tempestuosa.
No reconocí los signos.


foto* Berenika

sábado, 17 de octubre de 2009

Lila, en la mirada de los otros* cap. IX




Hoy hace frío. El viento del mar se desliza por las calles y aplasta sus manos en puertas y ventanas. La maleza no es más que brazos secos trepando las paredes de la casa de Lila.
Nunca más la vi, y Milton desapareció hace tiempo. Ella se fue otra vez, me dijeron.
Al volver de la calle, al amanecer, todas las estrellas sacudieron mi cabeza.
Había luz, una pequeña, mínima luz, en una de las ventanas de la casa vecina.


foto* Berenika

miércoles, 14 de octubre de 2009

Lila, en la mirada de los otros* cap.VIII



Así pasaron días, cuántos, no recuerdo. Aunque tal vez hayan sido meses. No lo sé. Sólo sé del silencio rotundo, del gato maullando en el techo de chapas, vuelto casi salvaje. Y del calor crepitante, la atmósfera verde y alucinada, el trueno diario anunciando la tormenta que no llegaba.

Yo casi no trabajaba, casi no dormía, apenas me alimentaba. Andaba por las calles sólo por necesidad, viendo en los vecinos el reflejo de mi mirada desvelada. Ellos ya no me hablaban. Tampoco hablaban de Lila.
Ahora hablaban de mí.


foto* Berenika


viernes, 9 de octubre de 2009

Lila, en la mirada de los otros* cap.VII




Llovió toda la noche. Hubo gritos y llantos en la casa de Lila. Pero la lluvia no me permitió salir al jardín, ni escuchar con claridad lo ocurrido, aunque lo intenté, por cierto.
Esta mañana todo fue silencio. Milton se paseaba por el techo.
Por la noche no hubo luz en ninguna de las ventanas de la casa de Lila.


foto* Berenika


lunes, 5 de octubre de 2009

Lila, en la mirada de los otros* cap.VI



Hoy Lila cantó la mañana entera. Luego cortó flores y vio acercarse rumorosa a la tormenta.
No hubo más ruidos en la casa.
El día se extendió bochornoso, para alcanzar la tarde sin canto de pájaros. Sólo la lluvia inminente.
Al atardecer no aguanté más tanto silencio. El calor y la desdicha apretaban con fuerza mi cabeza. Me cambié de ropa y salí. El chillido de mi portal de rejas rompió el atardecer.
Por la vereda pasé frente a su casa.
Lila esperaba la lluvia acodada en la ventana.
Crucé frente a ella.
No me vio.


foto* Berenika