jueves, 30 de abril de 2009

Lúdico



Hoy iba a ir al mar, pero decidí quedarme a jugar con palabras. (Al fin y al cabo, es lo que me gusta.)

PALABRAS CriStAlinAs aMiGaS eNtRaÑaBlEs AmAbLeS cOrTaNtEs DeSgArRaDoRaS aSeSinAs OsCuRaS gRiSeS cLaRAs LuMiNosAs PeNsAnTeS eXpLoSiVaS DeLiCiOsAs OdIoSaS aRmOnIoSaS

para

JUGAR AmAr OdIaR sOñAr LlOrAr GrItAr EnTrAr SaLir ViViR mOrIr EsCrIbIr LeEr CoRrEr HaBlAr ViAjAr EsCrIbIr
sobre el

MAR AzUl FrÍo ViEnTo ArEnA vOcEs RiSaS lLaNtO cArAcOlEs OrIlLa HoRiZoNtE cIeLo LuZ sOmBrA vAcÍo

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Vacío de mar
Mar de palabras
Palabras de juegos

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Jugar con palabras es como mirar el mar

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foto *Celes- www.espejoatraves.blogspot.com




lunes, 27 de abril de 2009

Kerouac con canela (cuentos de Lila- IX )



Cuando Lila salió de su trabajo ese tardío mediodía, se sentía feliz. Ignacio la había llamado en la mañana, avisándole que había dejado en el buzón de su puerta el libro de Kerouac que desde hacía años estaba buscando. Es usado, dijo, pero está en buenas condiciones. Caminó rápida, su bolso cruzado en bandolera, sobre las hojas anaranjadas del otoño bienvenido. Al llegar a la parada del colectivo, decidió seguir a pie. Una mujer la miró pasar, sentada en el banco de la espera. Lila la vio también, qué conocida es, se dijo. Durante el camino no vio nada ni a nadie, y cerró sus oídos al exterior. Sólo sintió su piel aleteada por la brisa tibia y sus pies elevando las hojas caídas, transformándolas en mariposas. Entró a su casa casi corriendo, sacó el libro del buzón, caminó el pasillo, abrió la segunda puerta, descruzó el bolso y lo tiró junto con las llaves y el abrigo liviano sobre el sillón apilado de apuntes y cuadernos. Rompió el envoltorio del libro y lo abrió en su primera hoja. Tenía el color del tiempo y el olor de todos los ojos que habían recorrido sus letras. Y arriba, a la izquierda, una dedicatoria escrita en antigua lapicera fuente: A la mujer que me ama y respeta, Antonio. 26 de febrero de 19.......... La respiración de Lila se detuvo. Era la fecha de su nacimiento. El corazón se disparó, y le dio impulso a sus manos para seguir corriendo las hojas del libro. Hasta que al fin cayó. Parpadeó unos instantes en el aire y dio contra el piso del color de la tiza. Era una flor, seca como se secan las flores entre las hojas de un libro, con cuatro pétalos de color amarillo pálido, rugosos y firmes. Lila levantó la flor agarrándola por su cabo, que parecía recién cortado, y la acercó a su nariz. La envolvió un aroma violento y silvestre, con sonido de tambores remotos y de vientos lamiendo montañas.
El libro de Kerouac, tan largamente ansiado, empezó a perder importancia. Toda la atención de Lila se concentraba en la dedicatoria, la fecha y la flor.
Sin pensarlo siquiera una vez, Lila se repuso el abrigo, se cruzó el bolso, guardó en él flor y libro y salió en busca de Ignacio. Apenas lo saludó con un hola, y le mostró la flor. Ah!, dijo Ignacio, serenamente, como ante un acontecimiento habitual, es una flor del canelo. Del canelo? Sí, del árbol de la canela! Y cómo habrá llegado al libro? dijo Lila, y mirá, fijate en la fecha de la dedicatoria... Coincidencias, sonrió Ignacio.
Pero Lila no creía en las coincidencias. Rehizo el camino a su casa, rehizo pasillo y entradas, y dejó el libro sobre una mesa.
Camino a la cocina, con la flor en la mano, se dio cuenta de que en la calle se había cruzado otra vez con aquella mujer, que de tan vista se le parecía.




foto *Celes- www.espejoatraves.blogspot.com



viernes, 24 de abril de 2009

Hastío

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Cuando el hartazgo supera a las palabras se apaga la luz del universo caen lluvias demenciales desde ojos vacíos y desoladoras sequías azotan frentes y almas todo el ruido del silencio prensa pechos y sienes el hastío deja el mundo devastado aniquilado baldío desde las heridas de mi frente áridas abiertas y sin sangre después de tanta sinpalabra
...


una flor amarilla
del desierto
brotará
(tal vez)
a
l
g
ú
n
d
í
a

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miércoles, 22 de abril de 2009

La boda



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La luz
envuelve
mi camino hacia la gente.
El mundo
está
fuera de mí,no

si
pertenezco.
El viento multicolor
vibra
en mis oídos y así
escucho
¿felicidades? ajenas.
La sonoridad verde del camino
no
deja
de
acompañarme.
Es
naranja y amarillo,
rosas y lavandas,
gritos y susurros,
risas y llanto.
Voces, muchas voces,
se elevan
y
se acallan.
Los colores
son
dulces y salados
largos estallidos
cercanos y distantes.
Pasos de piedras y de pastos,
reposos blancos,
gargantas repicantes.
Vuelvo
distraidos los sentidos.
Yo
soy
de
aire.

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domingo, 19 de abril de 2009

Tanka V




Están las voces,
las voces que me llaman
desde algún norte.
Torcazas que me esperan
recordándome amores.



pintura* Anahí Parra Oneto

jueves, 16 de abril de 2009

Un día común ( cuentos de Lila- VIII )



Abrió los ojos y deseó el mar. Fue su primer pensamiento, al despertar en la bruma de tensas horas de sueño y elásticos minutos de duermevela. El anhelo del mar no hizo más feliz a Lila esa mañana, ya que, como casi todas las mañanas, era día de trabajo.

Mientras se preparaba para salir, recordó la noche pasada. Noche de despertares momentáneos y violentos, y violentas caídas en abismos surreales. En esos abismos verdes se había encontrado con personas conocidas que le increpaban no recordaba qué. Y de pronto una frase trepó por la enredadera de su conciencia...*nunca supe por qué se fue...* .Y repicó y repicó, hasta en el momento de cruzar el bolso en bandolera y salir.
Lila guardó la llave en el bolso y caminó los pocos metros que la separaban de la parada del colectivo. Eran las siete de la mañana, como todas las mañanas. Miró hacia arriba y vio el cielo derritiendo en azul; ya tarda el día, ya es otoño, pensó Lila mientras subía al colectivo casi sin darse cuenta. Pagó su boleto y se sentó en el último asiento, sola, contra la ventanilla izquierda. Así, a las pocas cuadras, doblando a la derecha desde su izquierda vio el mar en el instante en que el sol lo peinaba y la luna aún vigilante daba un salto circense hacia las sábanasierras.
Lila pensó en leer, no, no tengo ganas, y recostó su cabeza contra la ventanilla mientras miraba el mar antes de una nueva vuelta a la derecha. Y de pronto fue la nada, los ojos abiertos sin ver, hasta que la parada de su trabajo le avisó que debía bajarse y entrar otra vez en el espaciotiempo cotidiano. Se incorporó de su asiento y pensó *nunca supe por qué se fue, si siempre está volviendo*.
Al descender, la luna aún hacía malabares en lo alto de un pino. Lila le sonrió y caminó hacia la doble puerta de cristal de su trabajo.
Hola chicos!



foto* Celes- www.atravesdelespejo.blogspot.com

martes, 14 de abril de 2009

Ella se pregunta




NUNCA supo por qué se fue si SIEMPRE está volviendo




foto* Celes

www.atravesdelespejo.blogspot.com







domingo, 12 de abril de 2009

Siempre las palabras

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Estoy sentada en las baldosas de mi patio con mis plantas y mi libro y el sol tibio de abril y caen de pronto recuerdos en ráfagas me levanto busco mi nuevo cuaderno rojo y lo inicio escribiendo palabras acerca de palabras (palabras) dichas desde las vísceras rojas hirvientes sangrantes gélidas cortantes cuchillos afilados vidrios rotos espejos quebrados perverso juego de palabras guardadas en oscuros cajones que pidieron luz a gritos y a gritos hablaron gritaron reventaron se despedazaron volando sus signos en direcciones cruzadas incomprensibles desesperadas palabras de desencontrados encuentros lastimando gargantas y sienes sangrando (sangrando) palabras

Todas las palabras fueron dichas
P
U
N
T
(O)
¿Final?
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viernes, 10 de abril de 2009

Volviendo


Caminé
en la mañana
entre horneros y calandrias
con el sol a mis espaldas
El aire verde
sonoro
de bruma ligera
bailaba
entre azules y rosas
Mariposas blancas
enredaron mis pies
y
levanté el vuelo
Soy
otra vez
casa y camino

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imagen* L'autre automn, Yiang Yangping (acuarelas sobre papel de arroz)

miércoles, 8 de abril de 2009

La lágrima

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Una lágrima cayó en la taza de té. Azúcar y sal. Ella dudó en beber el té. Por mucho tiempo había estado tragándose sus propias lágrimas.
Sonó el teléfono. La taza resbaló de su mano y estalló en el piso.
El teléfono volvió a sonar.Ella abrió la puerta y salió.
El timbre del teléfono siguió sonando.
En el piso, azúcar y sal.


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domingo, 5 de abril de 2009

La pregunta


Vuela mi cabeza entre ojos de aire*
sin saber*
sin sentir*
sin discernir*/
La calma me es extraña*
el día acabado es lejano*
la noche creciente no basta*/
Las preguntas giran constantes*
externas*
extremas*/
Mi casa no existe*
no tengo caminos*
Perdí las respuestas*/

Será
que alguien
me está
soñando?*



pintura Joan Miró


viernes, 3 de abril de 2009

El observador



"Basta ese instante fugaz, ese segundo perverso, para que se produzca el temido cambio de papeles y el
obervador pase a ser...el observado."

Merce, "Tras la ventana"
www.loscuentoscuentoson.blogspot.com


Un helado y gris mediodía del mes de julio, visitando a mis padres en Buenos aires, caminábamos, C. y yo, por las calles del barrio del Abasto. Ella y su cámara buscaban cierta pared que no encontraron. Yo, buscaba cierto patio que ya no existía. Entonces cambiamos nuestros puntos de observación. C. dejó de mirar paredes. Yo, dejé de mirar patios. Fue cuando nuestros ojos se elevaron y confluyeron en un mismo punto. Ventanas. Ventanas y cielo cada vez más cargado de lluvia, reflejado en las ventanas. C. puso a trabajar a su cámara, y yo miraba las nubes que mudaban de negras a plata en los vidrios cerrados. La ciudad dejó de existir, sólo perduraban las ventanas, y entre todas, una en particular. Era uno de los tantos ojos de un edificio circular, de oficinas, seguramente. A través de esa particular ventana, en la que se había instalado una nube, veíamos la vida que corría detrás de los vidrios. Éramos observadoras atentas y absolutas de lo que ocurría allí, a muchos metros de altura.
Y de pronto, un sobresalto, un arrebato, una presencia.
Un hombre, pequeño en la altura, de color de camisa celeste, nos miraba, tal vez desde hacía tiempo. Nuestras miradas se sostuvieron en un instante de rayo, y él nos saludó, alzando su jarro de café. C. rápidamente accionó su cámara, en el preciso instante en que comenzaba a llover. Una gota estalló sobre la lente, y, en el próximo click, el observador ya no estaba.


Foto* Celes






miércoles, 1 de abril de 2009

Tanka IV (de Lila)


En mi mano hay
un pájaro de papel.
Lo dejo volar.
Mi mano liberada
atrapará el alba.


Foto *Celes