*
en estos tiempos andás por todas partes.
te veo en
las calles, en las plazas,
hasta en el
trasluz
de una una
montaña atardecida te vi.
pero no
puedo escribirte el poema,
no.
no
encuentro ese momento,
ese
detalle, esa chispa que cuelgue
del aire
para hacerse palabra.
sólo
tengo, todavía,
tus últimos
días pesados de tristeza
y de furia
y la
infelicidad perfecta de mi madre
reventando
en nosotros,
transformando
mi agua azul
en astillas
de vidrio.
no tengo
aún las palabras.
no puedo
escribirte el poema.
florecerán
los jazmines el próximo verano?
por
lo pronto,el ciruelo se ha muerto;
será,
allá en la casa,
una primavera sin lluvia de pétalos blancos.
*