viernes, 8 de mayo de 2020

entre luz

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19 hs. Aún hay algo de luz. "Las entreluces", decía mi abuela Edel que decían en el campo, en la provincia de Corrientes, en un tiempo muy lejano a este.
Y aquí estoy, en esta hora mágica, que nos salva o aniquila.
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Mi jazmín de Chile resiste y sigue tirando guías, en el mes en que ya debería estar enrojeciendo. Entonces siento que me salvo, que nos salvamos.
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Que sea
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En estos días de cuarentena (hermosos días de otoño) hicimos una poda con la pareja vecina. Ell@s, el hibiscus y la mimosa que compartíamos; nosotr@s, los dos jazmines que dejábamos caer en cascada a través de la pared medianera en común. Así ganamos sol, y controlamos el bosque ( que tanto nos gusta en el verano). Así, entonces, ell@s, los vecin@s, pueden ver mi colección de cactus, suculentas y crasas, y yo, oh maravilla, tengo la vista de ese pino hermoso y del cielo, espléndido.
Es entonces cuando la recuerdo. Y me veo con su mismo ,"ritual': lavar la ropa tempranito, y pasear por el jardín, por el patio, mate en mano, acercándome a cada planta, con los ojos entornados,. como si ellas, mis plantas, fueran a pasarme información secreta.
Hace un mes y medio que mi madre murió. Nos queríamos? No. Nos quisimos? Tal vez sí, en un tiempo lejano que no recuerdo. Pero aún así, me reconozco en ella en esos " rituales".

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