domingo, 27 de septiembre de 2009

Lila, en la mirada de los otros* cap.V




Los vecinos hablaban. Algunos decían que Lila vivía con un hombre, que llegó con ella una noche de truenos marinos y cortinas flameantes. Aseguraban que se llamaba Baltasar. Al menos, era el nombre que la voz de Lila nombraba.
Otros decían que no había hombre alguno, ni ser vivo ninguno, salvo ella y Milton.
En lo que todos coincidían era en que Lila volvió de no se sabía dónde, y después de tantos años, que sus padres habían muerto sin tener noticias de ella; y que sus hermanos se habían desparramado ya por el mundo.Sólo quedó la casa, esperándola.
( Y yo, junto con la casa).


foto* Berenika


lunes, 21 de septiembre de 2009

Lila, en la mirada de los otros* cap. IV



Hoy Lila vino con una gato a casa. Milton, lo llamó. Ella sigue hablando. Parece que alguien la acompaña. Milton vio mi ojo en la pared. Se acercó y maulló. Yo quedé inmóvil, para no hacer el mínimo ruido y delatarme. El gato insistió con sus maullidos. Lila se acercó a la pared y mi corazón de desbocó, galopó salvaje por prados azules y golpeó con fuerza contra su perfume de vainilla y de limón. Giré y pegué mi espalda a la pared, justo en el instante en que la miel del ojo, el de Lila, se escurría por el hueco en los ladrillos.

Basta Milton! No ves? No hay nada ahí!
Ay su voz! Esa voz que siempre levantó olas en mi pecho!
Ya voy, amor! Estoy yendo!
Y su voz se alejó con el gato en brazos.
No era a mí a quien hablaba.


foto* Berenika


martes, 15 de septiembre de 2009

Lila, en la mirada de los otros* cap. III



Hoy salió temprano, caminó decidida por la calle sombreada de tilos. Llevaba un vestido vaporoso de malvas y lavandas.
Yo la seguí. Ya no me importó que me viera. A las pocas cuadras dobló hacia el mar. La sal le enroscó sus malvas y lavandas y la acompañó en el camino.
Yo esperé las horas enteras sostenido por una taza de té.
Por sobre mi taza de té la vi cruzar la calle hacia mí, y la reconocí en sus ojos.
Era Lila.
Pasó a mi lado sin verme.
Amada Lila.

foto* Berenika


lunes, 7 de septiembre de 2009

Lila, en la mirada de los otros* Cap. II




Y como ya dije, hacen seis meses hubo ruidos en la casa de Lila.

Mi ojo en la pared la vio por primera vez desde aquella última. Es decir, mi ojo en la pared vio a una mujer caminando sola por el pasillopatio de baldosas blancas y azules, hablando sola, pero como si lo hiciera con alguien. Cortando jazmines en el frescor de la mañana.
Desde hace seis meses, sólo vivo para verla.


foto* Berenika