[laberinto sin ariadnas ni teseos,
sólo el minotauro en lo profundo]
rasga su centro y se desangra en insondables óxidos
florecidos por acumulación de silenciosos gritos.
la tempestad
crece hasta sus ojos
y alumbra el alarido.
(el laberinto aún es laberinto
y el minotauro llora en las sombras)+
a P.*