a veces pienso que
sonará el timbre de la
casa y serás vos.
una mariposa
habita mi patio desde
hace cuatro días.
se me dio por pensar
extrañezas.
encontré, hace meses,
una mariposa entre
las hojas del libro
que leía en el hospital
mientras mi padre dormía.
al día siguiente de su muerte
el jardín de su casa
se llenó de mariposas.
(también podría contar que,
un caluroso día de reyes,
volé entre mariposas amarillas
en mi bici nueva sobre calles polvorientas.
era pequeña y feliz.)
entonces, cuando murió mi padre, era marzo.
ahora es junio y
una mariposa habita mi patio.
(llegó, seguramente, desde muy lejos,
desde otro verano.)
los amigos dicen que
algo bueno va a pasar en mi vida.
y yo, que no creo en señales,
espero el sonido del timbre,
una mañana de estas.
te extraño*