hoy vi una nube, la primera. brotaba a baja altura, en el preciso punto que separa mis ojos de mi frente; flotaba leve, iba delante de mí todo el camino, como guiándome. cuando me detuve en una esquina la tuve tan cerca que mis pestañas la rozaron, provocándole un mínimo corte del que voló una mariposa. me sobresalté y cerré los ojos. cuando los abrí, tuve que cruzar la calle casi corriendo. al llegar a la vereda, corté una margarita del cantero.
cuántos secretos
cubren las nubes?
preguntó un día Lelena*
