tiene la lluvia en los ojos
y tatuadas ciertas miradas
y el cielo gris en la frente
y la humedad
y la niebla
y la voz que desconoce
y fragmentos verdes
luminosos, constantes
de una nube clara
que alguna vez se instaló
en un punto impreciso
entre ojo y boca
para contarle los secretos
que no pudo oir
por el ruido de la lluvia*