lunes, 31 de agosto de 2009

Lila, en la mirada de los otros* Cap. I


agradeciendo a Rocío, que me presentó a ciertos personajes

I


Hoy hacen seis meses que escuché ruidos en la casa de Lila.
Por años miré desde el agujero en la pared cómo crecían los jazmines y se convertían en maleza.


Mi madre y la suya eran amigas. Ambas eran hermosas en ese tiempo.
Y yo miraba a Lila. Quieto al lado de mi madre, sentados en el patiopasillo.
Lila era diferente de las otras niñas. Lila corría todo el tiempo, hablaba todo el tiempo, cantaba todo el tiempo. Un día trajo un gato a la casa, que fue creciendo tan extraño como ella. Babel, lo llamó.
A medida que crecía Lila mudaba en extrañeza. Se había vuelto más reposada, pero tenía un no sé qué que la despegaba del piso. Pasaba a mi lado sin verme. Su gato sí me veía.
Y un día desaparecieron, ella y Babel. Hubo quien dijo que había enloquecido. Que de pronto se sintió llamada desde un pueblo que quedaba al otro lado del mar, y que ese pueblo se llamaba Mardelunas.
La última vez que la vieron caminaba hacia el puerto, con su gato en brazos y un pañuelo azul turquesa besándole el cuello.
Nunca supo cuánto la amaba.


foto* Berenika-