Me gusta la letra n porque parece un puente, dijo Julio.
Julio estaba sentado junto a Lila en el banco de una plaza fría y verdegris, en una tarde cargada de plateados y nubes de tormenta.
Julio estaba sentado junto a Lila en el banco de una plaza fría y verdegris, en una tarde cargada de plateados y nubes de tormenta.
Él iba ya por su tercer suicidio y su primer sombrero azul, y ella veía los aleteantes pájaros de papel de Omán con sus ojos vueltoshaciadentro, desde aquella inicial mañana amarilla.
A mí me gustan las palabras, dijo Lila,
las palabras son símbolos y también puentes.
Ella (Hélènne fuese su nombre, tal vez), los vio no bien empezó a caminar el sendero.
Al pasar a su frente los reconoció como a aquellos otros, como a esos que venían desde el otro lado.
Unos puentes más allá, más de aquel lado, La Maga vislumbraba los ojos en la orilla lejana, sur; con las manos en los bolsillos de su abrigo verde, lleno de lanitas y guijarros, rodeada de gatos.
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CIELO?
sólo faltaba cruzar el puente*
fotos* CeleS! y Julio C. Pollet